viernes, 24 de abril de 2020

Práctica N.17: SIENTO MIEDO A SALIR



Ya estamos sintiendo algo más cerca y real que se acerca el momento de salir del confinamiento y, sin embargo, ¿nos aparecen sentimientos encontrados?. Quizás sintamos alegría porque podremos volver a nuestra actividad laboral, a ver a nuestros familiares, a salir y sentir aire y el sol…. Pero al mismo tiempo ¿aparece otra emoción que nos hace mirar a la puerta de salida con cierto recelo, incluso rechazo?.. y es el miedo el que nos puede apartar ahora de eso que tantos días estamos deseando hacer ... salir de este encierro!!

Y es que es posible, que después de tantos días de confinamiento el miedo se haya instaurado en nosotr@s. Y, en cierto modo,  es normal pues a nuestra mente le hemos estado infundiendo el mensaje de que estamos dentro para protegernos del peligro que puede estar fuera, el peligro de contagio. Y, ahora, hemos de asumir que podemos salir pues el peligro ya es menor (pese a que tenemos que seguir guardando medidas protectoras). Hasta ahí bien, saldremos pero manteniendo las medidas de seguridad que se nos propongan o impongan y nos iremos ahora acostumbrando a una “nueva forma de relacionarnos” durante bastante tiempo.

Pero ¿qué ocurre si, en el momento de salir a la calle, nos quedamos paralizad@s y nuestro cuerpo responde con ansiedad? Pues, alerta! Porque podríamos estar sufriendo algo parecido al trastorno de agorafobia mezclado con el miedo a la contaminación. En casos extremos los síntomas podrían ser: taquicardias, temblores, mareos, vértigos, hormigueos, sudoración, dificultades para respirar, desmayos, vómitos, palpitaciones, etc. y en estos casos deberíamos recurrir a un especialista para que nos ayude. Pero lo que pretendo con esta práctica es que no lleguemos a ese extremo y sepamos detectar los primeros síntomas y romper la cadena.

. Sentimos miedo a salir a la calle porque “nos podemos encontrar a gente y no saber cómo actuar, corremos el miedo de contagiarnos, nos asustan las caras de pánico que vemos detrás de las mascarillas….” Este miedo nos genera ansiedad, nerviosismo… que realmente no salta ante la situación de salir sino ante la anticipación de esa situación. Si nuestra respuesta es “No salgo”, lo que conseguimos es evitar la situación que anticipamos desastrosa y, con ello, reforzamos el acto de “quedarnos protegid@s en casa” y correremos el riesgo de que el miedo lo sintamos cada vez más real y nos resulte cada vez más difícil superarlo. 
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    SITUACIÓN: Nos disponemos a salir a la calle a hacer compras o dar un paseo
    PENSAMIENTO: Me voy a empezar a encontrar con gente y no se si voy a ser capaz de guardar la distancia de seguridad, y si se acerca qué le digo, y si me contagio…
    RESPUESTA EMOCIONAL: Ansiedad
    RESPUESTA CONDUCTUAL: Mejor no salgo, ya me dará el aire otro día y encargo la compra. (evito la situación y refuerzo así la conducta de quedarme en casa)


¿Qué hacer entonces? Pues recogemos el miedo, entendemos por qué lo tenemos, lo aceptamos y nos enfrentarnos a él, es decir, a las situaciones que de manera anticipada estamos tachando de posibles elementos ansiógenos ante los que creemos no saber responder.
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    SITUACIÓN: Nos disponemos a salir a la calle a hacer compras o dar un paseo
    PENSAMIENTO: Me voy a empezar a encontrar con gente y no se si voy a ser capaz de guardar la distancia de seguridad, y si se acerca qué le digo, y si me contagio…
    RESPUESTA EMOCIONAL: Ansiedad
  RESPUESTA COGNITIVO-CONDUCTUAL: Tengo miedo, es normal, no pasa nada pues voy a buscar soluciones por si esas situaciones que me asustan se dieran. Busco soluciones a los posibles problemas que me pueda encontrar, me enfrento a ellos si suceden. Salgo de casa y evalúo, de manera real, los riesgos que me imaginaba.  Me demuestro que si alguien se acerca me echaré hacia atrás para cumplir con las medidas de seguridad, que puedo dar un paseo sin correr riesgos. Y si hay situaciones que no he sabido afrontar de manera positiva, buscaré otras alternativa…. Al salir, me enfrento al miedo que me había creado sobre hipótesis que no sé si sucederán o no y que si no las enfrento corro el riesgo de que se acrecienten y me incapaciten cada vez más.

"No hace falta conocer el peligro para tener miedo; de hecho, los peligros desconocidos son los que inspiran más temor" Alejandro Dumas 


sábado, 18 de abril de 2020

Práctica N.16: CUIDEMOS AL ADOLESCENTE DE LA CASA


Se habla mucho de las necesidades de actividad, de atención, de entretenimiento de los niños y niñas durante estos días. Y nos llegan millones de manualidades, juegos y tareas lúdico/didácticas para hacer con ell@s. Y, con todo lo que hay, para los peques tan sólo me gustaría recomendar que, "las tareas/juegos/actividades ludico-festivas... No nos estresen!!" parece una tontería, pero es que si hacemos lo que hagamos con ellos, nos agobia "porque no llegamos, porque no sale como queremos, porque no soy lo suicientemente divertid@ o habilidos@..." va a resultar más perjudicial que beneficiosa la actividad. Es mejor hacer menos pero con calidad que mucho pero con estreses añadidos (porque se los transmitimos a ell@s). No nos exijamos más de lo que podamos dar, ell@s nos necesitan felices y tranquil@s.
Bien... Pero yo quería detenerme hoy en otra etapa posterior.. La adolescencia. Y quiero detenerme en ell@s porque también considero que tienen necesidades muy especiales (y porque tengo uno en casa ). 
Os intento transmitir algunas claves para hacer más fructífera nuestra convivencia, para que les podamos entender mejor y para que les podamos tender nuestra ayuda.

1.- Cuidado, no sobre-exigirles. No son niñ@s ya, pero tampoco son personas adultas. A veces les vemos tan creciditos, tan pidiendo que les dejemos de tratar como niñ@s ya, que tendemos a tratarles y exigirles que respondan y piensen como adultos. Y esto nos puede llevar a sobre-exigirles y, si no responden como deseamos, a infra-valorarles: "pues ya tienes edad para... Y lo haces fatal", "ya podías darte cuenta con la edad que tienes...". Cuidado con estas frases, pensamientos y acciones que lejos de ser constructivas, destruyen su autoestima y nuestra relación con ell@s. Son grandes de tamaño, a veces, incluso de edad, pero de corta experiencia y, sobre todo, en una etapa en la que la autoestima la tienen en pleno estado de "recomposición" y, por lo tanto, de peligro.

2.- Alimentemos su autoestima. Y lo anterior nos lleva a lo siguiente y es que aunque nos pongan cara de "pasa de mi con tus tonterías", cuando les decimos lo guap@s que son o lo bien que hacen las cosas... Eso no quiere decir que no les guste que se lo digamos. Invirtamos tiempo, en jugar a descubrir las cosas que hacen bien, o que van mejorando y .... Se lo decimos!!

3.- Sigue demostrando tu cariño. Si, parece que no lo quieren, porque ya no se llevan los abrazos, los besos o los "te quiero"... Aunque eso suceda, ell@s necesitan saber que nuestro amor es incondicional así es que no dudes en que le quede claro-cristalino.

4.- Echan muuuucho de menos a sus amig@s. Si, ahora lo más importante, a nivel social, en sus vidas, son sus amistades, por mucho que nos duela (si esto lo unimos a que lo besos ya no lleguen, lo podemos llevar realmente mal), Legitimemos esta realidad, escuchemos qué necesitan y cómo podemos ayudar a que su "soledad" sea más llevadera.

5.- Sus problemas también son reales. Tendemos a minimizar lo que les pasa, lo que les falta, lo que les preocupa... Y eso les transmite que no les entendemos, no nos molestamos en escucharles y, entonces, para qué nos van a contar nada?. Legitimemos la realidad y la magnitud de sus problemas (porque para ell@s son así) y demostrémosles que nuestros oídos están ahí para escuchar, sin juzgarles y sin consejos si no los desean.

6.- Sus emociones no saben gestionarse solas. Claro que a nosotros tampoco nos enseñó nadie a gestionarlas pero como tenemos mogollón de herramientas en línea que nos ayudan y nos enseñan,en muchos casos nos hemos auto-formado, verdad?. Pues intentemos ofrecerles a ell@s estas herramientas también, para que les ayuden a identificar, aceptar y gestionar sus emociones tal y como vienen y no las veamos siempre traducidas en ira, rabia, pasividad, desconianza, tristeza?
A por ellos, que son jóvenes y valios@s!!


jueves, 9 de abril de 2020

Práctica N. 15: -RAIN- Déjate mojar por la lluvia


Hoy, que no para de llover, que está oscuro ahí fuera, que es de esos días que no te apetece salir de casa sino quedarte calentito jugando a un buen juego de mesa, leyendo, haciendo maratón de series... parece que no se disfruta tanto cuando llevas ya X días sin poder salir aún saliendo el sol. 
Hoy, para mi y para much@s es un día en el que los pensamientos "negativos" nos asaltan con mayor facilidad y es por ello y por la lluvia que traje a mi consciente una práctica de mindfulness que ayuda mucho en el día de hoy. 

Cuando nos asaltan los pensamientos "negativos" tendemos a luchar, huir o desconectar. Si luchamos contra ellos para que desaparezcan, pero sin gestionar bien las emociones y conductas que llevan pegados, puede que la respuesta de lucha en sí misma se convierta en un problema (Ej: si para luchar contra el pensamiento de "no se hacer nada bien" que me genera inseguridad respondo siendo agresiv@ con los demás) . Si huimos de ellos podemos conseguir aliviarnos un rato pero volverán (una copita de vino y se ve la vida de otro color) 

Una estrategia para responder, más adaptativa pasa por reconocer y aceptar, y para ello, te invito a practicar RAIN, para que te dejes mojar por la lluvia: 

1.- Reconocer que mi pensamiento es "X", la emoción que me provoca es "Y", la conducta que me desata es "Z" (recordad que lo que no vemos y reconocemos no podremos trabajarlo, así es que haz que salga a la luz)
2.- Acepta que piensas, sienes, haces "X-Y-Z". Sí, porque sentirte triste, insegur@, asustad@ (X) porque piensas que no sabes si habrá una salida, cuándo podrás volver a abrazar a tus padres, si estarán todos bien (Y) y perder el control y dar voces y enfadarte (Z) puede ser normal en esta situación, es lo que te pasa... está ahí. 
3.- Investiga cómo lo vive tu cuerpo, cómo lo que sientes se refleja a nivel físico: me duela la cabeza, tengo contracturado los hombros, fruncido el ceño, tensos los brazos....
4.- No te identifiques con lo que ves, con lo que sientes, con lo que haces. No eres un/a gruñón/a que piensa de manera derrotista y llora. Tú no eres lo que puntualmente haces, sientes, piensas,,, eres mucho más que todo eso, sólo que ahora tocó así. Tu todo es mucho más que la suma de tus días, momentos, sensaciones.


R.A.I.N es una práctica de autoindagación que puedes aplicar a tu vida cotidiana para tomar consciencia de los desencadenantes de aquellas reacciones emocionales intensas


¡¡RAIN!!! Déjate mojar!!


Reconoce la presencia de los pensamientos, emociones, sensaciones, recuerdos, deseos… 



Acepta que eso es lo que piensas o sientes. No pelees contra ello. 



Investiga cómo esto se refleja en tu cuerpo, ve a él. 



No te identifiques con lo que aparece. Recuerda que “tú” no eres tus pensamientos, tus emociones, tus recuerdos o tus deseos…

Práctica N. 14: EL VACÍO

Vacío, la sensación de vacío es muy común en los estados de ansiedad. Esa sensación de que algo nos falta y, a veces, no sabemos ni si quiera definir qué es.
Esta sensación de vacío emocional se acrecienta en esta etapa de confinamiento porque es mucho más evidente y palpable que nos faltan "cosas" que llenaban nuestro día a dia. Nos falta el abrazo de nuestros familiares, el café con l@s amig@s, el deporte al aire libre, el contacto con la gente, el sol!!. Tenemos vacíos que nos resultan evidentes y también otros que no sabríamos definir del todo pero... Que están ahí...
Entonces... Estamos llenos de agujeritos? Pues si, agujeritos o agujerazos que, de una manera u otra, vamos a intentar tapar. Y cómo los tapamos? A veces de manera constructiva (no puedo abrazar a mi amilia, pero hablamos 2/3 veces al día para sentirnos más cerca)... Pero, otras veces lo hacemos de manera más "destructiva" (No puedo salir a tomar el sol, me aburro...asalto la nevera de forma descontrolada).
Cómo lo trabajamos para que llenemos estos vacíos de la manera más positiva posible?
1.- Descubramos nuestros vacíos porque solamente aceptando que están ahí, podremos abrir las puertas al cambio: y para ello, os vuelvo a recomendar ejercicios de autoconocimiento que nos ayudan a detectar cómo nos sentimos, qué pensamos, cómo lo resolvemos. Registrar nuestros pensamientos cuando nos sentimos "nervios@s", hacer ejercicios de atención plena, nos puede ayudar.
2.- Una vez detectamos nuestros vacíos... Con qué los estamos intentando llenar? Es productivo o destructivo?. Si tetectamos que los llenamos de cosas que nos harán más perjuicio que beneficio, ha llegado el momento de cambiar la manera de llenar nuestro huequito.
Mucho ánimo y trabajemos para que nuestros vacíos se llenen de otras cosas alternativas que nos hagan felices también.
Los siguientes enlaces nos pueden servir para entenderlo mejor y para trabajarlo con nuestros pequeñ@s y no tan pequeños que también tendrán sus vacíos y necesitarán nuestra ayuda para detectarlos, aceptarlos y llenarlos mejor.
Vídeo “el vacío” Ana hienas. https://youtu.be/bBVF3iZsyL4


Práctica N. 13: PATEANDO PENSAMIENTOS NEGATIVOS


La vida nos está presentando desafíos. Estamos en una situación que no hemos elegido y que no podemos controlar. Nuestra tarea se centra en cumplir las normas que se nos transmiten desde arriba, para tratar de contener esta epidemia y que podamos, cuanto antes, volver a la "normalidad".Tener pensamientos negativos o derrotistas ante este panorama es lo normal. Sin embargo, alimentarlos, retenerlos, mantenerlos durante largo tiempo va a hacernos daño y va a disminuir la calidad de nuestros días, incluso va a hacer disminuir nuestra autoestima. Vamos a trabajar entonces para patear a nuestros pensamientos negativos, improductimos, rumiativos (de todas estas formas les podemos llamar, pero les vamos a patear igual 
Antes de nada es importante que entendamos la siguiente imagen PENSAMIENTO/EMOCIÓN/CONDUCTA. Y es que nuestro comportamiento está guiado, por nuestras emociones y sentimientos y estos manejados por nuestros pensamientos, Pero además son tres partes de nuestro ser que se retroalimentan mutuamente. Un ejemplo: Si pienso que la presentación del trabajo no me va a salir bien-me voy a poner nerviosa-eso hará que mi cuerpo tiemble, se me seque la boca y hable torpemente-esto ocasiona que piense que mi presentación está claro que será un desastre-comenzaré a sentirme humillada-me pongo roja y me tropiezo. Vemos el desastre que hemos ocasionado? Y todo comienza por "pensar que no me va a salir bien" y es aquí donde os propongo trabajar... Con nuestros pensamientos.
Ojo, soy consciente de que detectar los pensamientos no es tarea fácil pero, si pensáis que no pensáis nada... Error... Haced un mayor esfuerzo y dará sus frutos. Es mucho más sencillo saber cómo nos sentimos y cómo nos comportamos, así es que este será nuestro punto de partida.
1.- DETECTARLO: y para ello nos vamos a arrimar a nuestra emoción/sentimiento pues pegada a ella estará el pensamiento que la ocasiona. Ej: Nos comenzamos a sentir nervios@s, con ansiedad, triste... En es momento de parar y detectar... Qué estoy pensando?. Que probablemente se parezca a "necesito salir a ver a la gente que quiero, no se si estarán bien como me dicen, qué pasará cuando salgamos e aquí...". Practicas técnicas para el autoconocimiento como algunas de minfulness nos ayudan a detectar nuestros pensamientos de manera más rápida.
2.- PONLO EN DUDA: Los pensamientos negativos se denominan rumiativos porque son excesivos y no pofemos pararlos y es por ello que nos generan tanta ansiedad, y además son improductivos porque no nos llevan a solucionar nada. Por lo tanto, hazte estas dos preguntas -me estoy excediendo con este pensamiento? -me lleva a alguna parte? Pues pongamos al pensamiento en duda: Ejem: -Por qué no van a estar bien, si me dicen que lo están?, puedo hacer algo para cambiar la situación? Puedo controlar lo que pase cuando salga? Me sirve de algo preocuparme por cosas que no se si sucederán?
3.- NO PUEDES CAMBIAR LA REALIDAD, PERO SÍ CÓMO TE AFECTA.: Una vez pongamos en duda nuestros pensamientos negativos, los tenemos ya más debilitados (aunque si llevan ahí tiempo con nosotros seguramente no se hayan ido aún). Pues con ellos debilitados nos vamos a trabajar la conducta porque, recuerda el dibujo que se retroalimenta, si nos levantamos y hacemos cosas que nos animen, que nos diviertan, entretengan, .... Estaremos contribuyendo a debilitar aún más el pensamiento negativo y además a levantar nuestro estado de ánimo. Dedica unos momentos todos los días a descubrir lo que piensas/sientes/haces y no sólo en los momentos plof, también en los buenos momentos que te harán descubrir qué es lo que te hace feliz.
A por un día más, un día que servirá para algo, un día que formará parte de nuestras vida, un día que podemos utilizar para crecer!!!