sábado, 18 de abril de 2020

Práctica N.16: CUIDEMOS AL ADOLESCENTE DE LA CASA


Se habla mucho de las necesidades de actividad, de atención, de entretenimiento de los niños y niñas durante estos días. Y nos llegan millones de manualidades, juegos y tareas lúdico/didácticas para hacer con ell@s. Y, con todo lo que hay, para los peques tan sólo me gustaría recomendar que, "las tareas/juegos/actividades ludico-festivas... No nos estresen!!" parece una tontería, pero es que si hacemos lo que hagamos con ellos, nos agobia "porque no llegamos, porque no sale como queremos, porque no soy lo suicientemente divertid@ o habilidos@..." va a resultar más perjudicial que beneficiosa la actividad. Es mejor hacer menos pero con calidad que mucho pero con estreses añadidos (porque se los transmitimos a ell@s). No nos exijamos más de lo que podamos dar, ell@s nos necesitan felices y tranquil@s.
Bien... Pero yo quería detenerme hoy en otra etapa posterior.. La adolescencia. Y quiero detenerme en ell@s porque también considero que tienen necesidades muy especiales (y porque tengo uno en casa ). 
Os intento transmitir algunas claves para hacer más fructífera nuestra convivencia, para que les podamos entender mejor y para que les podamos tender nuestra ayuda.

1.- Cuidado, no sobre-exigirles. No son niñ@s ya, pero tampoco son personas adultas. A veces les vemos tan creciditos, tan pidiendo que les dejemos de tratar como niñ@s ya, que tendemos a tratarles y exigirles que respondan y piensen como adultos. Y esto nos puede llevar a sobre-exigirles y, si no responden como deseamos, a infra-valorarles: "pues ya tienes edad para... Y lo haces fatal", "ya podías darte cuenta con la edad que tienes...". Cuidado con estas frases, pensamientos y acciones que lejos de ser constructivas, destruyen su autoestima y nuestra relación con ell@s. Son grandes de tamaño, a veces, incluso de edad, pero de corta experiencia y, sobre todo, en una etapa en la que la autoestima la tienen en pleno estado de "recomposición" y, por lo tanto, de peligro.

2.- Alimentemos su autoestima. Y lo anterior nos lleva a lo siguiente y es que aunque nos pongan cara de "pasa de mi con tus tonterías", cuando les decimos lo guap@s que son o lo bien que hacen las cosas... Eso no quiere decir que no les guste que se lo digamos. Invirtamos tiempo, en jugar a descubrir las cosas que hacen bien, o que van mejorando y .... Se lo decimos!!

3.- Sigue demostrando tu cariño. Si, parece que no lo quieren, porque ya no se llevan los abrazos, los besos o los "te quiero"... Aunque eso suceda, ell@s necesitan saber que nuestro amor es incondicional así es que no dudes en que le quede claro-cristalino.

4.- Echan muuuucho de menos a sus amig@s. Si, ahora lo más importante, a nivel social, en sus vidas, son sus amistades, por mucho que nos duela (si esto lo unimos a que lo besos ya no lleguen, lo podemos llevar realmente mal), Legitimemos esta realidad, escuchemos qué necesitan y cómo podemos ayudar a que su "soledad" sea más llevadera.

5.- Sus problemas también son reales. Tendemos a minimizar lo que les pasa, lo que les falta, lo que les preocupa... Y eso les transmite que no les entendemos, no nos molestamos en escucharles y, entonces, para qué nos van a contar nada?. Legitimemos la realidad y la magnitud de sus problemas (porque para ell@s son así) y demostrémosles que nuestros oídos están ahí para escuchar, sin juzgarles y sin consejos si no los desean.

6.- Sus emociones no saben gestionarse solas. Claro que a nosotros tampoco nos enseñó nadie a gestionarlas pero como tenemos mogollón de herramientas en línea que nos ayudan y nos enseñan,en muchos casos nos hemos auto-formado, verdad?. Pues intentemos ofrecerles a ell@s estas herramientas también, para que les ayuden a identificar, aceptar y gestionar sus emociones tal y como vienen y no las veamos siempre traducidas en ira, rabia, pasividad, desconianza, tristeza?
A por ellos, que son jóvenes y valios@s!!


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